lunes, 3 de febrero de 2014

DIRTY DANCING (1987)

DIRTY DANCING: lo bueno y lo malo de esta preciosa película... Los '80s nos entregaron clásicos del cine que, si bien no tienen comparación con los considerados verdaderos clásicos del cine como Casablanca (1942), están presentes en nuestra memoria y no hay remake que pueda igualarlos. Dirty Dancing se estrenó en 1987, y hoy por hoy es considerada una de las "películas para mujeres" más vistas, junto a otras como Mujer Bonita (Pretty Woman, 1990) o Grease (1978). Esta película tiene algunas curiosidades que realmente la hacen más interesante de lo que se puede llegar a ver en la pantalla. A saber: * Su presupuesto fue de 5 millones de dólares, muy por debajo de lo que se consideraba normal para la época, que eran 12 millones. * La historia está basada en la vida real de su guionista, así que el film es una especie de biopic. * Fue dirigida por un tal Emile Ardolino, que hacía su debut como director. Previamente había ganado un Oscar en 1983 por Mejor Documental. * El coreógrafo de la película fue Kenny Ortega, un ex alumno del legendario Gene Kelly. ¿Quién es este Ortega? El mismísimo director de los éxitos juveniles de esta época, High School Musical. * El rol de la protagonista lo obtuvo Jennifer Grey, bailarina e hija de Joel Grey, el maestro de ceremonias de Cabaret (1972). * Como actor protagonista, en principio iba a ser Billy Zane (el malo de Titanic), que por entonces tenía 20 años. Durante los ensayos generales los productores vieron que entre los protagonistas había nada de química, así que decidieron cambiar de actor. En su lugar eligieron a Patrick Swayze, de 34 años, que era un bailarín experimentado. * El representante de Swayze no estaba conforme con el ofrecimiento. Swayze estaba conforme con las características del personaje, pero Jennifer Grey no quería saber nada con él. Ambos habían actuado juntos en 1984 en una película llamada Amanecer Rojo, donde se habían llevado pésimo y se guardaban un resentimiento mutuo. * Una de las veteranas actrices que había sido contratada para hacer de la anciana cleptómana renunció al poco tiempo cuando se enteró de qué se trataba su personaje. * El estudio apenas le dio a la producción dos semanas de ensayo y 44 días de filmación, lo que suponía un dolor de cabeza para todos debido a lo ajustado que era el tiempo disponible. Todo parecía estar encaminado, pero en cierta forma algunos productores se mantenían escépticos. Habían logrado que Swayze y Grey hicieran una tregua en pos de hacer las cosas bien, y cuenta la historia que una vez que dejaban sus diferencias de lado, eran una pareja perfecta. Todo parecía estar finalmente encaminado, pero no. Ni bien empezó la filmación, el clima los castigó severamente. Pasaban de una lluvia torrencial a temperaturas de 40°C, que entre maquinaria y luces y cámaras trepaba hasta los 49°C. Al menos diez personas por día debían ser hospitalizadas por esto, e incluso el mismísimo Patrick Swayze tuvo que ser intervenido quirúrgicamente por una lesión en una rodilla. Las demoras hicieron que la filmación se extendiera hasta el otoño, consecuentemente los encargados del arte tenían que pintar las hojas amarillas con aerosol verde. Cuando se hizo la famosa escena donde los protagonistas practican en el agua, la temperatura había caído estrepitosamente hasta los 4°C. Más tarde, en algunas entrevistas, Grey diría que lo hizo "porque era joven y ambiciosa, pero había sido una experiencia horrible". Para colmo de males, la relación entre ella y Swayze había vuelto a deteriorarse, con lo cual los productores, el director y la guionista estaban seriamente preocupados, incluso más que antes, porque debían filmar las escenas románticas. En vista de esto, hicieron que ambos actores miraran los videos previos donde se llevaban bien y así firmaron otra tregua. La filmación terminó dentro del presupuesto establecido, lo que había conformado a los productores, pero había otro problema más grave. Una vez hecho el primer testeo de audiencia del primer corte de la película, se llegó a la conclusión de que iba a ser un desastre. El 39% del público no se había percatado de la subtrama sobre el aborto (yo me pregunto qué estaban mirando...), pero los que sí lo habían hecho eran los representantes de uno de los sponsors de la película, una crema antiacné. A los directivos les había gustado la película, y consideraban que estaba muy bien orientada al público adolescente, pero una vez que vieron que se trataba el tema del aborto, no lo consideraron apropiado para la imagen de la marca. A su vez, las reacciones de los productores ya eran fatalistas: uno de ellos le había sugerido al resto "que quemaran los negativos del film y cobraran el seguro" y otro había dicho "que estaría agradecido si cuando se estrenara nadie lo insultara". Retirado el apoyo del sponsor principal, y retirado el apoyo de la distribuidora, la idea de los productores era proyectarla un par de semanas para luego inmediatamente mandarla a video. Sin embargo, una vez estrenada, fue bastante bien recibida por la crítica. Y con respecto a las audiencias, en lugar de atraer adolescentes, atrajo al público adulto, y gracias a la promoción de boca en boca, se convirtió en uno de los mayores éxitos cinematográficos de 1987, recaudando algo así como 170 millones de dólares mundialmente. El éxito de la película siguió en aumento, y en 1988 se convirtió en el primer estreno en video en vender 1 millón de copias. También obtuvo un Oscar y un Globo de Oro por Mejor Canción, el clásico interpretado por Bill Medley y Jennifer Warnes. También popularizó la frase "Nobody puts Baby in a corner", referenciada en numerosas series. Dirty Dancing cambió radicalmente las vidas de los protagonistas, pero increíblemente su éxito en el film fue como una especie de maldición. El recientemente fallecido Patrick Swayze apenas gozó de dos éxitos, Ghost (1990) y Punto Límite (Point Break, 1991), pero la mayoría de sus trabajos posteriores fueron fracasos. Quedó encasillado en el personaje, y las parodias hacia él se sumaban continuamente. Jennifer Grey decidió cambiar su apariencia sometiéndose a una rinoplastía, pero se volvió tan irreconocible que desapareció de la faz de la tierra hollywoodense. La productora de la película se declaró en bancarrota en 1990, ya que a pesar de las ganacias que este film le había generado sucumbió ante una serie de fracasos que la llevaron a desaparecer. Y por último, el director, confeso gay, falleció de sida un par de años después, sin poder hacer despegar su carrera. Dirty Dancing tendría años después una suerte de precuela, llamada Dirty Dancing: Havana Nights (2004), con el mexicano Diego Luna como protagonista, que se situaba en la ciudad cubana durante la revolución de 1959. Como curiosidad, Patrick Swayze cobró por su cameo en la película (¡su cameo!) 5 millones de dólares, muy lejos de los 200.000 que cobró por protagonizar la primera. Dirty Dancing también tuvo una versión teatral. En fin, Dirty Dancing hoy por hoy es un clásico, al punto que algunos aventureros la llaman "la Star Wars de las mujeres". Un tanto exagerado, pero esta película definitivamente se ganó mi simpatía.

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