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viernes, 2 de mayo de 2014

EL HOMBRE QUE LLORA


Dichoso el hombre que llora,
no el que lamenta sus errores,
sino aquel que el bien añora
cuando la injusticia causa horrores.

Dichoso el hombre que llora,
no por el bien que no recibe,
sino por el que no perdona
y al enemigo con odio resiste.

Dichoso el hombre que llora
por el poco bien que ha hecho,
haciendo de la espera demora,
al que ha buscado en él consuelo.

Dichoso el hombre que llora
para agradecer a Dios su gracia
y sin pena al Creador adora,
sin el machismo que es falacia.


jueves, 1 de mayo de 2014

UNA SONRISA

Una sonrisa cuesta poco, pero produce mucho.
No empobrece al que la da, y enriquece mucho al que la recibe.
Dura solo un instante, perdura en el recuerdo eternamente.
Es la señal eterna, de la amistad profunda.
Nadie hay tan rico, que pueda vivir sin ella,
y nadie tan pobre que no la merezca.
Una sonrisa, alivia el cansancio,
renueva las fuerzas, y es consuelo en la tristeza,
tiene valor desde el comienzo en que se da.
Si crees que a ti, la sonrisa no te aporta nada,
se generoso y da la tuya, 
porque nadie tiene tanta necesidad de la sonrisa,
como quién no sabe sonreír.


miércoles, 30 de abril de 2014

VOY A SEGUIR CREYENDO


Voy a seguir creyendo, aún cuando a veces pierda la esperanza. Voy a seguir dando amor, aunque a veces sienta rebeldía y rechazo. Voy a seguir construyendo, aún cuando sienta que se destruyen cosas importantes. Voy a seguir hablando de Paz, aún en medio de una guerra. Voy a seguir iluminando, aún en medio de la oscuridad. Y seguiré sembrando, aunque la cosecha no sea fácil. Y seguiré gritando, aún cuando sienta necesidad de callar. Y dibujaré sonrisas, en mi rostro con lágrimas. Y transmitiré alivio, cuando vea dolor. Y regalaré motivos de alegría donde solo haya tristezas.
Invitaré a caminar conmigo a aquellos que son importantes para mí y levantaré los brazos, aún cuando me sienta rendida. Porque en medio de la desolación, siempre hay algo bueno que encontrar. Y aún en medio de una tormenta, por algún lado saldrá el sol aunque hoy sienta el frío de la sombra. Y en medio del desierto es posible que crezca una planta. Siempre habrá un pájaro que nos cante, un niño que nos sonría y una mariposa que nos brinde su belleza. Pero…si algún día ves que ya no sigo, no sonrío o callo, solo acércate y dame un abrazo o regálame tu sonrisa, con eso será suficiente. Hoy he sentido que la vida me abofeteó y me sorprendió por un segundo. Solo un gesto, una palabra, un silencio tuyo hace que vuelva a levantarme. Gracias por estar ahí y ayudarme a ver, a sentir, a encontrar el sendero que conduce a la Vida.

ABRAZAR EL DOLOR


Cuando abraces el dolor y lo hagas parte de ti desaparecerá…
Al sentir dolor la mayoría nos resistimos… es como que nos resulta imposible asumir ese sentir… entonces nos ahogamos en la desesperación, lo ocultamos, tratamos de que no se note y allí nuestro interior se quiebra, se desborda, y una sensación de ahogo nos invade… y la tristeza se apodera de nosotros…
Abrazar el dolor… no rechazarlo… sentirlo… asumir que es parte de nosotros en algunos momentos de nuestra vida…
Cuando el dolor nos invade es el momento de decidir entre pegar el salto al salvavidas o hundirse abrazado al peso del sufrimiento.
Hoy recuerdo parte de un texto de Mateo Bautista que leí hace años y que decía: “Todo sufrimiento trae un mensaje de crecimiento, si es escuchado”.
Conviene identificar verdaderamente las causas que lo provocan y encontrar nuevas fuentes de sentido: buenas relaciones humanas, sanas reconciliaciones, nuevos intereses vitales, motivaciones altruistas…
Sufrir sanamente para dejar de sufrir es utilizar el sufrimiento para pasar del apego al amor, de la manipulación a la libertad, del vacío a la felicidad, del sin sentido al sentido.
Es poner amor en todo sufrimiento para que me purifique.
Así desaparecerá el sufrimiento, el dolor, dejando como herencia:
“El secreto de la vida…”
Por eso abrazar el dolor es importante, estamos enseñados para combatir el dolor, y es nuestro desafío elaborar sanamente el sufrimiento.